El siglo XX fue el epicentro de la transformación estética en las artes plásticas en México, gracias a los cambios políticos y sociales que ocurrieron. Las vanguardias se hicieron presentes y la sociedad mexicana fue testigo de la modernización del país. La apertura de México en el mundo sirvió para que el país formara parte de las tendencias artísticas mundiales y de este modo México se convirtió en exportador de grandes artistas y estéticas pictóricas. Estos años ayudaron la consolidación de México como un país de grandes artistas.